
El Museo Afro Brasil es un museo histórico, artístico y etnológico dedicado a la investigación, conservación y exhibición de objetos relacionados con las comunidades afrodescendientes que habitan en Brasil.
Dentro del museo es posible recorrer una colección que tiene más de 6 mil obras de distinto tipo. Entre ellas se encuentran pinturas, esculturas, grabados, fotografías, documentos y piezas etnológicas de artistas brasileños y extranjeros, realizadas entre el siglo XV y la actualidad.
Dicha colección engloba las distintas facetas de los universos culturales africanos y afrobrasileños. Y es un espacio abierto a la reflexión ya que aborda temas como la religión, el trabajo, el arte, la diáspora africana y la esclavitud. El espacio busca documentar la trayectoria histórica y las influencias africanas en la construcción de la sociedad brasileña.
El público puede explorar su exposición permanente, así como exposiciones temporales y un variado programa educativo y cultural.
Bajo la premisa “Todos los museos son potenciales museos de derechos humanos”, la Federación Latinoamericana de Museos de Derechos Humanos, bajo su sigla Fihrm-La, surgió como una iniciativa para establecer vínculos, colaboraciones e intercambios que potencien el desarrollo de museos de estas características a lo largo y a lo ancho de América Latina.
El Museo Afrobrasileño se integra a la red trabajando las temáticas vinculadas a las comunidades afro, brindándoles el reconocimiento y visibilidad que merecen.
¿Cuáles son los pilares que sostienen al museo?
El museo se sostiene sobre tres pilares: el primero es la misión de promover el reconocimiento, la valoración y la preservación del patrimonio cultural brasileño, africano y afrobrasileño y su presencia en la cultura nacional.
El segundo es la visión de ser una institución líder en actividades museísticas, que una Historia, Memoria, Arte y Contemporaneidad, centrada principalmente en la cultura brasileña, africana y afrobrasileña.
Y por último, y no por eso menos importante, contempla la ética en todas sus dimensiones y en las acciones institucionales. Transparencia en la gestión de los recursos y activos bajo su responsabilidad. Compromiso con la dimensión social del Museo.
Cómo nació el museo

El Museo Afrobrasileño fue fundado por Emanoel Araújo, artista visual de Bahía , excurador de la Pinacoteca do Estado de São Paulo y actual curador del museo. Durante más de dos décadas, Emanoel Araújo llevó a cabo una serie de proyectos de investigación, publicaciones y exposiciones relacionadas con el patrimonio histórico, cultural y artístico de la población negra de Brasil.
El edificio, perteneciente al ayuntamiento, había sido arrendado al gobierno estatal desde 1992 y durante un tiempo albergó una extensión de la Pinacoteca do Estado (Galería de Arte del Estado). En 2004, volvió a la administración municipal y se adaptó para albergar el museo. El 23 de octubre de ese mismo año se inauguró el Museo Afrobrasileño, en presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y otras autoridades.
Asociación del Museo Afrobrasileño: cultura en movimiento
Fundado en 2004 por el artista y curador Emanoel Araujo , AMAB fue creado para gestionar el entonces Museo Afro Brasil —ahora Museo Afro Brasil Emanoel Araujo— y, desde entonces, ha mantenido un contrato de gestión con la Secretaría de Cultura, Economía e Industrias Creativas del Estado de São Paulo, a través de la Unidad de Preservación del Patrimonio Museístico (UPPM) .
AMAB mantiene su compromiso con la excelencia en la gestión del Museo Afrobrasileño Emanoel Araujo, manteniendo vivo el legado de su fundador y profundizando su labor en la defensa de la cultura afrobrasileña y africana.
Patrimonio y cultura en el Ibirapuera
El Pabellón Padre Manoel da Nóbrega, originalmente llamado Palacio de las Naciones, es uno de los edificios que conforman el complejo arquitectónico del Parque Ibirapuera. El proyecto, encargado por Ciccillo Matarazzo para las celebraciones oficiales del IV Centenario de la Ciudad de São Paulo, buscaba transformar el nuevo parque de la ciudad en un centro de arte y cultura.
El Palacio de las Naciones se inauguró en diciembre de 1953. Ese mismo año, compartió con el Palacio de Industrias la sede de la histórica II Bienal Internacional de São Paulo, albergando parte de las 3.374 obras expuestas en esa edición, entre las que se encontraban 74 pinturas de Pablo Picasso, incluyendo el famoso Guernica. Ambos pabellones también acogieron la III edición de la Bienal en 1955. Entre 1961 y 1991, el edificio, ya rebautizado como “Pabellón Padre Manoel da Nóbrega”, albergó el Ayuntamiento de São Paulo. Con el traslado del poder ejecutivo municipal al Palacio de Industrias, el edificio fue cedido al Gobierno del Estado en 1992 y comenzó a utilizarse como extensión de la Pinacoteca do Estado (Galería de Arte del Estado).
El edificio cuenta con 11.000 metros cuadrados de superficie construida, distribuidos en tres plantas. Además de espacios expositivos, aulas, almacenes y oficinas administrativas, alberga la Biblioteca Carolina María de Jesús y el Teatro Ruth de Sousa.