Directora de Museo Salvador Allende e intento de “cancelación” de artista cubana: “Eso es censura”

Nota extraída del diario El Mostrador
Por Marco Fajardo

Han sido días agitados para Claudia Zaldívar Hurtado, directora del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA). La decisión de incluir a la artista disidente cubana Tania Bruguera en una muestra en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado contra el Gobierno constitucional de Salvador Allende, causó una ácida polémica, la que ensombreció el resto de los eventos del museo por dicha fecha. Inicialmente programada para septiembre, ahora ha sido aplazada para octubre.

Zaldívar, que dirige la entidad desde 2012, es historiadora del arte y especialista en políticas culturales, diplomada en Gestión y Políticas Culturales por la Universidad de Barcelona. Es la menor de las cuatro hijas del connotado político DC Andrés Zaldívar e Inés Hurtado, y el tema del golpe es parte de su biografía más íntima. Su padre se opuso primero a Allende y luego a la dictadura militar del general Augusto Pinochet, y en 1980 debió exiliarse en España con su familia.

“Me siento hija de la fractura histórica. Tenía cinco años al momento del golpe de Estado y mi recuerdo esencial es una sensación de miedo permanente. Mi padre desde el comienzo fue opositor al régimen civil-militar, por lo que tempranamente supe que sería un episodio negro para nuestro país. Vivimos con la DINA y CNI en la puerta de la casa. A inicios de los ochenta, debido a que mi padre denunció el fraude de la Constitución, fuimos exiliados, vivimos en España, con una L en su pasaporte y enterándonos de los horrores que se vivían en Chile”, comenta.

A su regreso, el año 1983, se sumó como escolar a las protestas contra la dictadura, y ya desde el 1986, como estudiante en la Facultad de Artes de la U. de Chile, a la escena contracultural de resistencia.

“A finales de la dictadura realicé mi tesis de pregrado sobre el Museo de la Solidaridad, que entonces aún se encontraba en clandestinidad; fui la primera investigadora en ese tema. Mi experiencia laboral está dedicada al arte y la política y creo que no es casual: lo personal es político”, asegura.

“La fractura que se generó con el golpe de Estado es una herida que sigue abierta. Muchas familias de las víctimas siguen sin respuesta ni justicia. Han pasado 50 años y continúa la impunidad, a pesar de los intentos de las agrupaciones de defensa de derechos humanos y del Estado por avanzar en la verdad, la reparación y la justicia. Pero hoy no existe garantía de no repetición desde todos los sectores involucrados y, por tanto, el dolor seguirá presente. Es por eso que, cuando aparecen discursos que niegan o relativizan lo ocurrido el 11 de septiembre de 1973, es inaceptable”, recalca.

Criterios de selección

La directora del museo comenta que, en el caso de la programación de 2023, esta se comenzó a trabajar hace más de tres años.

Zaldívar explica que las exposiciones que se exhiben en el MSSA son elegidas por un Comité Curatorial, compuesto por profesionales del museo, quienes se reúnen dos veces al año para evaluar proyectos expositivos.

“Los criterios de selección tienen que ver con la pertinencia del proyecto respecto a nuestra política curatorial, que se centra en solidaridad, arte y política; la coherencia del proyecto mismo y del cuerpo de obra de los artistas; la originalidad, la investigación rigurosa; la viabilidad técnica de producción y presupuestaria; la disposición de diálogo con el equipo del museo; y el trabajo en torno a un programa público de actividades. Además, cada diciembre se presenta el plan de gestión y programación del año siguiente al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”, detalla.

Programación

La primera inauguración fue en marzo, con la muestra “CUERPOESCULTURA: La memoria desde la urgencia del presente”, curada por Daniela Berger y Caroll Yasky. Es una selección de esculturas de la Colección MSSA que invita a reflexionar en torno a la memoria a partir del cuerpo.

Otra de las exposiciones que sigue esta línea de conmemoración, y que se podrá ver hasta el 12 de septiembre, es “Raúl Ruiz: el ojo que miente”, curada por Francisca García y Érik Bullot.

“Ruiz fue un importante cineasta nacional, que se exilió tras el golpe y durante esa época generó una gran producción audiovisual y de instalaciones en importantes museos del mundo. El pensamiento crítico y cuestionador de Ruiz nos parece importante de relevar”, subraya Zaldívar.

Próximamente habrá además la apertura de dos nuevas exposiciones. El 6 de septiembre se inaugurará “La resistencia de una espora. Museo de la Solidaridad vuelve a GAM”, que es el proyecto ícono del MSSA para esta conmemoración.

Esta exposición, que es un homenaje a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, contempla más de 40 obras de la Colección MSSA, archivos y material audiovisual a la Sala de Artes Visuales del GAM, rememorando las políticas culturales de la Unidad Popular y la última exposición del Museo de la Solidaridad antes del golpe, que se mostró en dicho edificio.

“Es una muestra donde se podrán ver obras de nuestra colección que se exhibieron en 1973 en el edificio de la UNCTAD III, la pintura icónica de este periodo donada especialmente por Joan Miró, obras desaparecidas tras el golpe que fueron recuperadas, archivos, entre otros. Esta exhibición contempla un programa público especial que hemos preparado junto a GAM, que pondrá en relación la exposición, la memoria, el edificio, los vecinos y su historia”, destaca.

En paralelo a estas exposiciones, una selección de “CUERPOESCULTURA” circulará en otras regiones y algunas obras de la Colección estarán presentes en diferentes exhibiciones conmemorativas de instituciones que le han solicitado préstamos.

El Museo Histórico Nacional recibirá la obra “No Tiene Nombre” (2007), de Carlos Altamirano, réplica en gran formato de los anteojos rotos de Salvador Allende. Por otro lado, desde el 7 de septiembre, en el Centro Cultural La Moneda, la obra “América despierta” (1972), de Patricia Israel y Alberto Pérez, será parte de la exhibición “Cómo diseñar una revolución: la vía chilena al diseño”, sobre el diseño gráfico e industrial durante el Gobierno del Presidente Allende. El 12 de septiembre, al mismo espacio, llegarán 18 arpilleras de la Colección MSSA a la Bienal de Arte Textil.

Finalmente, “para el día 11 de septiembre, realizaremos el Ejercicio de la Memoria, una actividad conmemorativa enfocada en el ‘Nunca más’ que realizamos con la comunidad desde el 2013 en el MSSA. Este año es especial, porque a 50 años del golpe se cumplen también 10 años de esta iniciativa que trabajamos junto a la Mesa de Cultura del Barrio República y artistas”.

Con ellos realizarán un programa que se inicia el miércoles 6 de septiembre con el lanzamiento en la UDP de un estudio inédito sobre el barrio República como sitio de memoria realizado por el colectivo Cartografías de la Memoria; y el viernes 8 habrá en el museo un ciclo audiovisual por la memoria.

En tanto, el mismo 11 activarán una nueva versión del Proyecto Pregunta del colectivo Mil M2 y una performance del colectivo La Casa de las Recogidas, quienes harán un recorrido por sitios de memoria del barrio.

“Esa noche, como todos los años, finalizaremos con una velatón en República 550, casa ocupada por la CNI durante la dictadura y que fue el pensionado de los estudiantes de Economía de la Universidad de Chile hasta el golpe”, remata.

Importancia de la fecha

Zaldívar además resalta la importancia de conmemorar esta fecha.

“Este es un museo cuya historia solo se entiende a través de los procesos históricos que ha vivido Chile. Nace como uno de los grandes proyectos culturales de la Unidad Popular y tras el golpe de Estado quedó silenciado en Chile, se perdió la pista de parte de su colección y sus gestores sufrieron exilio y clandestinidad”, expresa.

Añade que el MSSA se reinventa como proyecto contracultural desde La Habana y París, entre 1975 y 1990, generando exhibiciones y actividades artísticas de denuncia a las violaciones de los derechos humanos en Chile.

“Luego, con la vuelta a la democracia, el museo vuelve a establecerse y hasta el día de hoy sigue trabajando bajo sus principios fundacionales: fraternidad, arte y política. Desde esa mirada, investigamos y visibilizamos temas contingentes y relatos invisibilizados por la gran historia: los derechos humanos, la resistencia ante la hegemonía, la construcción permanente del tejido social y la relación igualitaria con el medioambiente, entre otros”, señala.

A su juicio, para el museo, y en especial para su equipo de trabajo, es fundamental ofrecer una oportunidad de reflexión crítica en torno a la memoria desde el arte, relevando el compromiso por la justicia ante los crímenes de lesa humanidad.

Tema Bruguera

Finalmente, Claudia Zaldívar opina sobre la participación de la artista cubana Tania Bruguera que suscitó una polémica y el rechazo de algunos sectores.

“El intento de cancelación que ha sufrido la exposición de Tania Bruguera no proviene desde el mundo del arte y la cultura, sino más bien desde un sector político que está trasladando conflictos externos a nuestro escenario local. Acá ha existido una cancelación anticipada que no tiene que ver con la obra de Tania Bruguera, ya que aún no se ha difundido lo que va a presentar en el museo, sino que tiene que ver con la condición de ella como disidente del régimen cubano actual”, comenta.

Agrega que Bruguera es una de las artistas contemporáneas más reconocidas a nivel internacional, que aborda en su obra la libre expresión como derecho humano. “Es además mujer y latinoamericana. Esa es la mirada que nos interesó y que creemos que es una oportunidad única de contar con su obra inédita en Chile”, enfatiza.

“Desde cierto sector, se ha cuestionado la invitación a Tania Bruguera porque no ‘estaríamos respondiendo’ a la mirada que ‘hubiera’ tenido Allende hoy. Pero más allá de esa especulación, el museo trabaja sistemáticamente desde el legado del ex Presidente en el ámbito cultural, en sus políticas culturales, en la colección de arte que se conformó por su impulso, con una mirada humanista y popular de haber pensado ‘un museo para el pueblo de Chile’, como lo dijo en sus discursos en 1971. Así, también, rescatamos su posición democrática, de diálogo, tolerancia y respeto a la diferencia, que son los principios que están dentro de nuestro quehacer diario como museo de artes visuales”.

Zaldívar insiste en que el MSSA se plantea como un espacio de libertad de expresión, “que es un derecho humano que nos parece que hoy no debe estar en discusión en ninguna parte del mundo”.

“Se está pidiendo que se cancele la exposición y eso es censura. No podemos retroceder en los derechos democráticos, menos en esta conmemoración”, subraya.

“Así, también, somos conscientes de la sensibilidad que esto ha despertado y estamos disponibles a dialogar con quienes estén interesados en hacerlo”, puntualiza.

La directora afirma que Bruguera está trabajando actualmente en la exposición que se inaugurará en octubre. Será junto a la exhibición de la artista chilena Macarena Freire. “Está realizando un trabajo de campo para esta muestra inédita en Chile”, concluye.

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