El arte como testimonio: el Museo Estevez y su lugar en la trama de la memoria

Bajo la premisa “Todos los museos son potenciales museos de derechos humanos”, la Federación Latinoamericana de Museos de Derechos Humanos, bajo su sigla Fihrm-La, surgió como una iniciativa para establecer vínculos, colaboraciones e intercambios que potencien el desarrollo de museos de estas características a lo largo y a lo ancho de América Latina.

La red es extensa e incluye museos de todo tipo históricos, de arte, antropológicos, de ciencias, entre muchos otros. Una de sus recientes incorporaciones es el Museo de Arte Decorativo Firma y Odilo Estevez. 

El nacimiento de un museo

En el circuito donde nació la ciudad de Rosario en Argentina, en su primer solar, se encuentra una casa antigua convertida en museo. En el Museo Estevez se exhiben, en forma permanente, una colección de pinturas de autores europeos de los siglos XVII al XIX, marfiles, platería hispanoamericana, tapices, alfombras, porcelanas, piezas de cristal de roca italiana, mobiliario, vajilla y estatuillas, presentados en doce salas de exposición.

La fachada principal, totalmente revestida en mármol de Carrara, responde al estilo italianizante definido como una modalidad nacional propia desde mediados del siglo XIX. 

El museo, que fue inaugurado el 8 de julio de 1968, tuvo su origen en la donación a la ciudad de Firma Mayor de Estévez, en memoria de su esposo, Odilo Estévez y es, por lo tanto, un museo municipal. El legado consistió en la casa y las obras de arte y objetos que los esposos Estévez coleccionaron durante casi treinta años.

El Museo de Arte Decorativo de Rosario encaró en estos últimos años la remodelación más importante de su historia. Durante años se renovaron las estructuras pluviales del hall central y se volvió a habilitar su entrada principal.

La historia detrás de Odilo

Odilo Estevez Yañez llegó a Argentina como parte del gran afluente migratorio de fines del 1800. Proveniente de la región española de Galicia, se instaló en Rosario y se casó con Firma Mayor Taltabull, hija de inmigrantes catalanes, propietarios de la fundición más importante de la época. El matrimonio compró una casa en el primer solar de la ciudad, con un frente revestido en mármol de Carrara, y se dedicó a su colección de piezas históricas y artísticas. En su testamento legaron la casa a la ciudad y la Municipalidad de Rosario la inauguró como museo de arte decorativo en 1968. Más de 50 años después, el Museo Municipal Firma y Odilo Estevez encara la remodelación más importante de su historia.

Su colección 

El museo exhibe desde hace más de medio siglo su colección de pinturas, esculturas y mobiliario español y francés. Hay, además, trabajos en porcelana, jade, marfil y plata; tapices y luminarias. La casa museo devela los hábitos, gustos y caprichos de la burguesía de la época.

Con un estilo ecléctico y heterogéneo, la casona combina una sala española con una francesa, una logia italiana (galería vidriada sostenida por columnas y arcos) precedida por un patio sevillano. Desde el ingreso se destaca su impresionante salón francés con muebles y objetos estilo Luis XV, definido por el uso del dorado, por sus líneas curvas y figuras humanas y florales. En la habitación española destacan los objetos barrocos, el marfil, los colores intensos.

El museo es una puerta de entrada a una colección repleta de belleza, pero también como un espacio con nexo directo a la ciudad. La sala de exposiciones, que funciona en la parte trasera de la residencia y tiene entrada por calle San Lorenzo, cuenta con muestras itinerantes. Fotos de viajeros, muestras de juguetes y fabricación de vidrio, entre muchas otras, lo consolidan como un espacio abierto e interdisciplinario.

La institución forma parte del Paseo de los Orígenes, declarado de interés urbanístico como Área de Preservación Histórica por el Concejo Municipal de Rosario mediante ordenanza Nº 6.653 sancionada el 3 de septiembre de 1998. Además, el edificio integra el Conjunto Urbano Arquitectónico de Interés Nacional y también fue declarado Monumento Histórico Nacional.

Cuadros robados y recuperados

Poco después de cumplir 50 años, el 2 de noviembre de 2018, el Museo de Arte Decorativo recuperó el óleo “La asunción de Santa Catalina” del artista sevillano Esteban Bartolomé Murillo, que había sido robado el 2 de noviembre de 1983 por grupos de tareas de la última dictadura cívico-militar y fue recuperado por Interpol en Uruguay. Estos grupos sustrajeron cuatro pinturas más, de las cuales se han recuperado dos: “Retrato de Felipe II”, de Coelho Sánchez, rescatada en 1989, y “Retrato de Doña Teresa Apocada de Sesma”, de Francisco de Goya, en 1995.

Una vez devuelta a Rosario, la pintura de Murillo fue derivada al Instituto de Investigación, Conservación y Restauración de Arte moderno y contemporáneo para su estudio y restauración. También le fueron practicados análisis químicos en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y estudios radiográficos en el Cemar.

Guillermo Whpei

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